La colaboración entre Tankki y Valio data ya del año 1978, cuando Tankki suministró los primeros silos de agua helada en Jyväskylä. Actualmente, ya casi todas las instalaciones de producción de Valio cuentan con silos de agua helada fabricados por Tankki. En 2017 se construyó una nueva fábrica de refrigerios en Riihimäki a la que Tankki suministró un gran silo de agua helada (155 m³ y 5 600 kWh) y más de 40 tanques diferentes.
La piedra angular de la planificación de la fábrica son la eficiencia energética y el respeto del medioambiente
La eficiencia energética y el respeto del medio ambiente han tenido un papel muy importante en la planificación de la nueva fábrica de refrigerios de Valio. Las modernas soluciones tecnológicas de la fábrica garantizan una producción eficiente que cause la menor cantidad posible de residuos. El ahorro de agua y energía contribuyen a la conservación del medioambiente: una producción eficiente es un acto de protección medioambiental.
Jukka Partti, director técnico de Valio, explica que el silo de agua helada formó parte de la planificación de la nueva fábrica de Riihimäki desde el principio: «La elección del silo de agua helada para la nueva fábrica fue algo natural, pues ya teníamos buenas experiencias con los silos de agua helada de Tankki. Este silo funciona como acumulador para las necesidades de refrigeración de nuestra producción y, gracias a él, podemos amortiguar las variaciones de consumo energético de la producción. El procedimiento se adapta de forma excelente al tema de la eficiencia del coste energético actual».
«A la hora de elegir un fabricante, también hay que tener en cuenta la vida útil del dispositivo y los costes durante todo el periodo de uso. Los silos de agua helada más antiguos que se usan en Valio son de finales de la década de los 70, por lo que su vida útil es muy larga. También son importantes la gran calidad y la garantía de suministro de los productos», continúa Partti.
Una forma de refrigeración almacenable equilibra el consumo energético y supone un ahorro en los costes
La producción de la fábrica de refrigerios de Riihimäki funciona de forma constante durante las 24 horas del día, exceptuando el tiempo de limpieza periódica de los dispositivos. Debido a los cortes de producción ocasionados por la limpieza, el consumo sufre variaciones durante el día, que se pueden equilibrar con los silos de agua helada. «Cuando se puede equilibrar la necesidad de consumo y capacidad energéticos durante un periodo más prolongado, se puede invertir en dispositivos de frío más pequeños. Además, la variación de precio de la electricidad a lo largo del día hace posible que se puedan cargar los silos de agua helada en los momentos más favorables», explica Partti.
El enfriamiento con glicol aumenta la seguridad medioambiental
En los silos de agua helada suministrados a la nueva fábrica se ha tenido en cuenta especialmente la seguridad medioambiental. Para el silo de agua helada fabricado para Riihimäki se eligió un sistema de enfriamiento indirecto en el que se utiliza glicol como sustancia refrigerante en lugar del tradicional amoniaco. «Se trata de una técnica un poco más compleja, pero gracias a ella se logra casi la misma eficacia de enfriamiento que con el enfriamiento directo con amoniaco. Al mismo tiempo, aumenta el nivel de seguridad general de la fábrica, ya que se almacena una menor cantidad de amoniaco en la zona», cuenta Partti.
Sus sólidos valores facilitan la colaboración entre Valio y Tankki
Valio y Tankki llevan ya décadas de colaboración a sus espaldas. «Tankki es una empresa familiar de larga trayectoria que siempre se adapta a las necesidades de sus clientes. La colaboración ha sido fácil: ambas partes actúan de forma responsable y, en última instancia, nos aseguramos de tener en nuestras fábricas dispositivos con los que podamos mantener satisfecho al cliente final. Esto ha redundado en el interés común de las dos empresas», declara Partti.